sábado, 27 de diciembre de 2008

Enamorado de la NBA

Después de estar escribiendo todo el año sobre las ideas más interioristas de mi universo personal, quiero terminar mis disertaciones con una pasión terrenal, que comenzó a finales de la década de los ochenta, con los duelos entre los Angeles Lakers y Detroit Pistons, en los que un grupo de jugadores encabezados por “Magic” Johnson jugaban a un deporte sólo parecido al baloncesto que estábamos acostumbrados a ver en Europa.

Aquellas retransmisiones de Ramón Trecet en la dos, cargadas de intensidad, unida al talento baloncestístico, la capacidad atletica y la velocidad a la que realizaban las jugadas, encumbraron un tipo de baloncesto denominado “Show Time”, que prendió la mecha de la pasión de toda una generación por la NBA.

Prosiguió con la gloriosa década de los noventa representada en la gigantesca figura de Michael Jordan, el jugador más competitivo, y quizás el más grande deportista de la historia.
Toco el cielo con el Dream Team, el equipo más impresionante que nunca ha salido a una cancha de baloncesto, y que para el deleite de los aficionados españoles, tuvo lugar en los juegos olimpicos de Barcelona 92.

A causa de la escasez de medios para poder tener un seguimiento desde este lado del Atlántico, hubo un momento de vacio, que se fue llenando poco a poco gracias a las intimas y excelentes retrasmisiones que noche tras noche nos regalaban Antoni Daimiel y Andrés Montes en canal plus.

Y por fin, apareció una generación de jugadores españoles del más alto nivel que desencadenó un seguimiento masivo de este deporte.
Recuerdo como si fuera ayer aquel verano caluroso de 1.999 en el que unos chavales en edad junior ganaban un Europeo en Lisboa, haciendo un baloncesto angelical. Un grupo que curiosamente no encabezaba Pau Gasol, sino Raul López , “la Bomba” Navarro y Germán Gabriel. Se les bautizó como los Juniors de Oro y fue la gestación de la mejor generación de jugadores de baloncesto de nuestro país.

Sin embargo, fue la elección de Pau Gasol en el número tres del Draft de 2.001, merced a una enorme exhibición en la copa del rey de España, la que comenzó a atraer al gran público y a recuperar a nostalgicos del baloncesto NBA de los años 80, como he comentado anteriormente.

No quiero pasar por alto, antes de proseguir el análisis, la importancia que para el seguimiento de la NBA tuvieron tres momentos anteriores: La medalla de plata de la selección española en las olimpiadas de los Angeles 82 ante un equipo americano que todavia jugaba con universitarios, dado la enorme diferencia de nivel existente; el paso de Fernando Martín por la liga americana, en unos años en que un jugador nacido fuera de EEUU tenía casi vetado jugar en aquella liga; y la incorporación de Drazen Petrovic, el jugador junto con Arvidas Sabonis más carismático del baloncesto FIBA.

Hecho este inciso; a la incorporación de Pau le siguieron la de Raul López, lastrado por las lesiones de rodilla, Garbajosa, Calderón y Sergio Rodriguez y más recientemente Rudy Fernández y Marc Gasol, sin olvidanos del fugaz paso de la “Bomba” que estuvo a punto de batir el record de triples convertidos en temporada Rookie, y al que le faltó paciencia para ser más grande en la más grande de las competiciones.

Y entre toda este trasiego de jugadores, la selección española encabezada por aquellos chicos que ya eran hombres, consigieron una medalla de oro en los Mundiales de Japón 2.006, derrotando en la final a la actual campeona Grecia; una medalla de plata en el Eurobasquet 2.007 celebrado en Madrid y donde se escapó el triunfo ante Rusia, quizás por un exceso de confianza; y una Plata en las Olimpiadas de Pekín 2.008 ante un equipo americano potentísimo, repleto de figuras como: Kobe, Wade, Lebron, Carmelo, Howard, Paul, Bosh, y al que se le plantó cara hasta el final del choque, en el que es considerado hasta la fecha el partido más importante de la historia de la selección española de baloncesto.

Hoy en día la difusión de la NBA es máxima en nuestro país y en el mundo entero, gracias a la incorcoparión de talentos procedentes de todo el planeta.
Y a nivel de la propia competición, las últimas finales, nos brindaron la posibilidad de rememorar la tradicional rivalidad entre Lakers y Celtis, con victoria para este último y con la ilusión en que se vuelvan a repetir estas finales en la campaña actual, con el aliciente de ver a Pau Gasol en uno de los equipos antes mencionados, y no como mera comparsa, sino como un pilar importante, como el lugarteniente del mejor jugador actual del mundo Kobe Bryant.

Y para terminar nada mejor que mirar al futuro y encontrarnos con la posibilidad de tener un potencial número 1 del Draft y un jugador que por condiciones puede llegar a convertirse en referente mundial, es la mayor promesa que nunca ha tenido el baloncesto español, Ricki Rubio. El tiempo dirá de lo que es capaz.

Felices fiestas a todos y en este caso especialmente a los amantes de este maravilloso deporte.

1 comentario:

  1. Lo mejor ... la pajarita del compañero de Daimiel, que no me sale el nombre ahora carajo jeje. Buen artículo. Yo conocí el basket cuando llegué a un colegio de curas y eran mayoría de chicos, y Magic Jordan era un dios. Me costó entender el juego, pero al final le pillé el truco, aunque con mi altura no llego ni a base ...

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