viernes, 18 de septiembre de 2009

Con la Vida en los Talones

¿Cuantos momentos de reflexión tenemos a lo largo de un día, “1.440 minutos”, para evaluar nuestra vida, nuestras acciones, nuestro objetivo?.
Porque nuestra vida tiene un objetivo final ¿No?
¿Hemos quemado las etapas intermedias que nos han de llevar a la panacea? , ¿Vamos por el camino correcto? , ¿Hemos hecho algo por nuestro interior, por nosotros, por nuestro espíritu?
Ayer teníamos 25 años hoy 33. ¿Quién nos ha robado el tiempo?.
Demasiadas preguntas por responder.

Lo ajeno nos llama la atención y con toda probabilidad llamaremos la atención al ajeno.
Si en el punto medio está la virtud, y yo creo que es así, hemos pasado en 30 años de una alarmante falta de información a un sobrecalentamiento y asfixiante bombardeo de datos, investigaciones, estudios, muchos de ellos contradictorios, que nos están conduciendo a una total desorientación y confusión sobre nuestra forma de interactuar.

Además paradójicamente, una de las fuentes de sabiduría: la charla, el intercambio dialéctico está desmembrándose a gigantes pasos. Y esta fuente a diferencia de la reflexión tiene el imprescindible contacto humano.
Hoy existe ruido no pensamiento.

Existe más libertad en nuestros días, pero está mucho más teledirigida, por la tela de araña de prohibiciones y prevenciones que invade el conjunto de reglas, necesarias para la convivencia, pero que al fin y al cabo restringen nuestra capacidad de elección.

En cualquier caso, todos estos condicionantes no deberían desviarnos de ser absolutamente conscientes de porqué hacemos las cosas o porque no las realizamos. Y evidentemente hacia donde conducen nuestras pisadas sobre la arena virgen de la arista de nuestra playa.

El sueño vertical existe entre el reino de los posibles.
Nuestra esencia es imperecedera.
Aletargada o en el fondo de armario nos espera desnuda de verdad.
Y es aquí, donde el pico y la pala es necesario para plantearnos la vida en términos personales y absolutos.
Reflexionemos sobre lo que ansiamos en lo más profundo de nuestra alma.

El necesario descanso de nuestra paz interior.

1 comentario:

  1. Hola Jandri!!!
    Soy juanjo, del'lejío!!
    Me he dao una vuerta por aquí, a ver que decías... y veo que dices mucho, aunque to no lo entiendo, jajaja!!
    Si tienes algún tiempo, te invito a que eches un vistazo a mi blog:

    jjsantiagoalcalde.blogspot.com

    Espero que te guste. Y a seguir bien!!!
    jj

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