
Leer
un libro de McCarthy exige una suerte de paz interior. No puedes tomar un atajo
y huir de un purgatorio obligado por el látigo de sus palabras. Tienes que
cabalgar entre zarzales y espino y derramar al menos una gota de sangre fresca
para ser digno de descubrir el elíseo de los hombres virtuosos.
“En
la Frontera” es el segundo volumen de una trilogía conocida como “La trilogía
de la Frontera”. De menor calado mediático que su predecesora “Todos los
hermosos caballos”, la cual fue galardonada con el prestigioso National Book
Award en 1992, se trata de una novela de consagración definitiva.
Cuando
una novela de la categoría de “En la Frontera” pasa entre bambalinas al citarse
las grandes obras de este genial escritor, huelga decir que nos hallamos ante
un autor con un gran legado. Un escritor con testigos de cargo sempiternos. Con
una plétora de talento tan auténtica como la mueca inteligible de un partisano
octogenario que regresa del armisticio con un fusil por cayado.
Far
West vs Near West
“Los rancheros
decían que los lobos trataban al ganado de manera más brutal que a los animales
salvajes. Como si las vacas despertaran en ellos cierta cólera. Como si se
sintieran vejados por la violación de un viejo orden”
Nos
encontramos en el lejano oeste americano. En una época donde ese estilo de vida
tan particular todavía se conservaba íntegro entre sus habitantes, a pesar de
la incursión de los primeros signos del “progreso”.
Billy
y Boyd son dos hermanos de 16 y 14 años respectivamente que bajo la tutela de una
educación de rectitud moral por parte de su padre viven en una pequeña casa en el
estado de Nuevo México. Nos situamos por tanto, a finales de la década de los
años 30, en un rancho fronterizo donde no hay lugar para la infancia.
Y
son los ojos de Billy de los que el autor se sirve para mostrarnos una vida de
rancho, de caza y caballos, en la que la ley de lo salvaje convive con la del
hombre y en la que parece mediar un abismo con el embrión de un crecimiento
urbano que ya por aquellos tiempos se desarrollaba en otras zonas del país.
Uno
de los aspectos que desde el comienzo nos llama la atención en Billy es que a
pesar de su tierna edad es considerado y tratado tanto en su país como en
México como un hombre y sólo en contadas ocasiones McCarthy nos recuerda que
estamos ante un chico en proceso de maduración, especialmente cuando un
personaje femenino entra en escena. Lo cual no es óbice para que en el
trascurso de los diversos viajes que el chico realiza por la zona septentrional
de México, podamos observar pequeños matices de una madurez a todas luces
precoz.
Otro
de los aspectos que no se nos puede pasar por alto es la sensación de libertad
que en todo momento rezuma el personaje, un alma recta y sin ataduras que actúa
como un imán y un catalizador para aquellos buscamos trocar la semilla de la
ficción en vergel de realidad.
En
definitiva, los últimos vestigios del feral y genuino Far West, tan alejado de
nuestro actual modelo de sociedad eminentemente urbano y consumista.
Las
reglas de un mundo violento
“Maldita seas,
dijo Billy. Cogió el caballo por el ahogadero, asió el mango del cuchillo y
arrancó la hoja del pecho. Manó sangre, corrió sangre por el pecho del caballo.
Billy se quitó el sombrero de un tirón, lo apretó contra la herida y lanzó una
mirada feroz a los hombres que estaban montados. No se habían movido. Uno de
ellos se inclinó, escupió e hizo un gesto con el mentón en dirección a los
otros. Vámonos dijo.”
McCarthy
nos muestra un lado oscuro pero real de la esencia humana. Un rostro despojado
de piedad, sin maquillaje, sin dobleces ni ambages. La historia de la humanidad
está manchada de sangre y McCarthy se encarga de recordándonoslo en cada una de
sus obras.
El
escritor de Rhode Island realiza una velada comparativa entre las leyes de la
naturaleza que rigen los parajes salvajes y que para el imaginario colectivo
del hombre civilizado llega a ser de una seca crueldad, en símil con las leyes
no escritas de algunos hombres que destacan por una violencia violenta, que no
es sino la otra cara de la moneda de un cimarrón con larga experiencia.
Para
ello nos contrapone una amplia gama de hospitalidad mexicana que parece sacada
de una época muy lejana, de aquella preocupación por el prójimo de los hombres
antiguos; con unos individuos cargados de salvajismo.
El
arte de la descripción
Uno
de los grandes momentos de la lectura de un McCarthy se encuentra en la
preparación para enfrentar con garantías el reto que supone la comprensión y el
deleite de un texto suyo.
Un
rimero de elementos son aconsejables para una lucha igual: Un diccionario
enciclopédico actualizado, folios para anotar, lápiz para escribir, conexión a
Internet y una gran dosis de calma en la lectura ya que, sin que la historia se
detenga en ningún momento y no tengamos en ningún momento sensación de
estancamiento, el avance de la misma es sosegada.
“En medio del
crepúsculo oscuro cruzaron una amplia llanura volcánica limitada por el
contorno de unas colinas. Las colinas eran de un azul intenso en medio del
crepúsculo azul y los redondos cascos del caballo producían un sonido monótono
en el páramo. La noche caía por el este y la oscuridad se le vino encima en un
súbito aliento de frío y quietud, y siguió su camino. Como si la penumbra
tuviese un alma propia que fuera la asesina del sol en fuga hacia el oeste, tal
como los hombres la creyeron en tiempos. Como tal vez vuelven a creer.
Hombre, lobo y
caballo abandonaron la llanura bajo la moribunda luz del día siguiendo unas
lomas muy erosionadas por el viento y cruzaron una cerca o lo que había sido
una cerca, sus alambres por tierra arrollados y arrastrados y las cortas y
desnudas estacas de mezquita adentrándose en fila india en la noche como una
ringlera de encorvados pensionistas. Atravesaron el desfiladero entre tinieblas
y él se detuvo a contemplar los distantes relámpagos hacia el sur, sobre los
llanos de México. El viento batía mansamente los árboles en el desfiladero y
traía salivazos de aguanieve. Acampó al sur del desfiladero, al socaire de un
arroyo, recogió leña, encendió un fuego y le dio a la loba todo el agua que
quiso”
Cientos
de descripciones aparecen a lo largo de la novela y cada uno tiene una belleza
singular.
Mis
compañeros de lecturas del Café Literario y yo mismo, coincidimos en destacar
la fuerza descriptiva como el elemento más destacado de la estética del autor.
Su sello de identidad.
Es
por ello que he querido coger un fragmento más amplio, a fin de que el estilo
pueda ser más visible al que aún no esté familiarizado con su prosa.
Atmósfera
O
En
este punto “La trilogía de la frontera” no tiene el tono opresivo de otras
obras. A pesar de todas las situaciones duras a las que asistimos con el paso
de las páginas y de que seguimos teniendo la sensación de tener que expiar por
el hecho de vivir. La modulación se rebaja hasta el punto de que McCarthy se
permite la licencia de transmitir soterradamente un punto de optimismo. Es muy
destacable que el libro se cierra con un mensaje lleno de esperanza.
Todos
hemos leído libros, independientemente de la pretensión del texto, de que se
traten de libros para matar el tiempo, que directamente lo asesinen o que
destilen ínfulas de grandeza, en los que el transcurso del tiempo ha reseteado
absolutamente el argumento. Ni que decir de un pasaje, un personaje o una
situación concreta.
En
McCarthy las imágenes permanecen grabadas en la retina durante largo tiempo.
Poseen un poso de atemporalidad:
“Lo agarró de la
cara y a los demás pudo parecerles que efectivamente se agachaba para darle un
beso en cada mejilla, al estilo militar francés, pero lo que hizo en realidad
ahuecando enormemente los carrillos fue succionarle los ojos de la cabeza, uno
detrás del otro y luego escupir y dejarlos colgando de sus cordones húmedos y
raros, bamboleando sobre las mejillas del cautivo”
“Trataron de ponerle
los ojos en sus cuencas con una cuchara, pero nadie lo logró, y los ojos se
marchitaron como uvas en sus mejillas y el mundo fue perdiendo formas y colores
y luego se desvaneció para siempre”
Nada
más que añadir.
El
arte de la reflexión
La
existencia y la eternidad; la muerte y la vida; la fe y Dios son el leitmotiv
de la obra. Produciéndose fuertes sinergias entre ellas y llegando a un grado
de abstracción filosófica.
Para
ello, este libro fronterizo cuenta con una excelsa serie de potentes personajes
secundarios que a lo largo del viaje interaccionan con el protagonista dejando
una nube de interrogantes en la mente del lector.
Existen
dos historias insertas en el libro que bien podrían pasar actualmente por
pequeños cuentos, cargadas de las susodichas reflexiones y donde, no está de
más remarcarlo, McCarthy se nos muestra como un escritor dotado de gran
versatilidad.
Extraigo
una pincelada de la colosal composición que va realizando a lo largo del texto:
“Si
la gente conociera la historia de sus vidas, ¿cuántas escogerían vivirlas? La
gente habla de lo que le reserva el futuro. Pero en el futuro no hay nada. El
día nace de lo que había antes. Hasta el mundo seguramente se sorprende al ver
la forma en que aparece a diario. Incluso Dios, quizá”
No
quiero extenderme más, pero me quedo con cosquillas en las puntas de los dedos.
Riqueza
Lingüística
La
vegetación es una de las temáticas que a nivel lingüístico McCarthy domina como
el mejor de los eruditos, pero en la trilogía el vocabulario del caballo cobra
el máximo protagonismo.
Véase:
Rienda, látigo, fuste, borrén, estribo, ronzal, brida, perilla, faldón, cincha,
piafar, repropiar, reata, manta, embridar, ijares, crines, manear, maniotas,
estacar, enjaezar, alforja, aguijar, picar, grupa, cabestro, diestro, remuda,
horqueta, corvejón, abrevar, pacer, sofrenar, acodillar, herrar, recua, ollares…
Otros
vocablos que durante la singladura, por belleza, definición o sonoridad he
remarcado son los siguientes:
Aprisco,
marjal, palenque, ripio, hornacina, espita, ejido, corrido, destripaterrones,
quincalla, arrebol, excoriar o escoriar, rodrigón...
Una
saturnal terminológica.
El
viaje como verdadero protagonista
El
camino cobra una significación máxima. La sensación cuando se cierra el último recto
(del libro) es haber cabalgado por tantos parajes, por tantos pueblos dejados
de la mano de Dios, haber departido con todos esos personajes de los que
hablábamos anteriormente, que el comienzo, el origen, el génesis de la historia
queda mimetizado en el sotobosque de un arcano fosco ignoto.
Con
el viaje, lo que realmente hace McCarthy es cuestionarnos sobre nuestro estilo
de vida.
Qué
aprendemos dentro de la seguridad, repeliendo cualquier peligro, poniendo pies
en polvorosa ante las dificultades. Al abrigo de unas ciudades que no nos
proporcionan la sabiduría que liga con la experiencia.
Un
camino es el pretexto de un viaje exterior, pero ante todo la fuente de la que
mana una colosal odisea interior.
En
síntesis este sería el resumen de las intenciones de este “maldito” escritor.
Seguro
que algo dejé por el camino, pero como os digo: el camino fue muy largo e
intenso.
Sinopsis:
“Lo que debemos
entender es que a la larga todo es polvo”
Excelente reseña, ahora aún le tengo más malditas ganas.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el fragmento que dice si vivirías tu vida conociéndola de antemano... da que pensar...
Me gustaría explayarme más en este comentario, pero es que ahora mismo estoy aún digiriendo y asimilando todo lo que has escrito (he de reconocer que me he visto obligado a consultar el diccionario varias veces), que me parece tan bello como un texto de McCarthy.
Es cierto que leer a McCarthy te obliga a estar algo preparado, y no creo que tarden mucho en editar sus novelas con algún tipo de guía de lectura o muchos pie de página.
un abrazo y feliz cumpleaños ;)
Jordi gracias de todo corazón por tus palabras.
EliminarLo que si te puedo decir es que en la Trilogía de la frontera parece que McCarthy ha perdonado "un poquito" a su creador y se atisba un cierto tono de optimismo en sus palabras.
Como te imaginas no es que sea la alegría de la huerta (que es una planta que tuve y cuando está un poco mustia y le echas un mochito de agua, se viene para arriba en menos que canta un gallo), creo que por ahí puede venir la expresión.
El caso es que es un McCarthy más accesible.
No estaba seguro de qué reflexión coger porque hay bastantes a lo largo de la novela, muy buenas, y me hubiera gustado poner varias, pero pensé que iba a ser una saturación para el lector.
Yo es que particularmente lo de consultar el diccionario es algo que me produce gran satisfacción.
El otro día fuimos a urgencias.... falsa alarma, pero Jordi el momento se acerca, nos queda un suspiro.
Un "maldito" abrazo y gracias por la felicitación:)
No conocía lo de la alegría de la huerta! qué bueno!
EliminarA mí también me gusta consultar el diccionario, pero con McCarthy me siento muy ignorante, y además tengo poca memoria...
Se acerca... se acerca... ¡Qué ganas!
Malditos abrazos y besos ;)
Con otros no, pero con McCarthy cojo apuntes jejeje, que no es coña.
EliminarJordi entramos en una nueva fase de nuestras vidas.
Un abrazo muy muy muy maldito :)
Ale qué maravillosa reseña. Tenés poesía en tus palabras. Sin desmerecer las otras que he leído, tus reseñas de McCarthy son las más coloridas. Y para que no se ofenda Jordi, sus reseñas de McCarthy son las que tienen más fuerza ;)(así quedo bien no?)
ResponderEliminarMe entusiasmó mucho tu descripción, así que en cualquier momento me adentro en la novela. Esperame para la tercera parte!! Avisame cuando tenés pensado leerla así me apuro con ésta.
Un beso grande! :D
Que comentario tan cálido tocaya, así da gusto hacer una reseña :)
EliminarLo siento, porque sé que hablamos de hacer una lectura conjunta, pero... me ha podido el ansia de investigar en su texto.
Pero prometo y dejo por escrito que "no empezará la tercera parte sin tu presencia... virtual".
De todas maneras, qué difícil es hacer una reseña sin contar nada que pueda desvelar y desvirtuar la trama uffff
Por cierto que si, que has quedado fenomenal con el reparto de verdades entre Jordi y servidor jejejeje
Un besico desde el otro lado del charco y de nuevo gracias por tus palabras :)
jejejejeje
EliminarGracias a los dos. Sois demasiado generosos conmigo. Sinceramente creo que lo mío no son reseñas, son sólo sensaciones. Un abrazo para los dos ;)
Brillante, Jandri. Creo que no hay palabra que lo pueda describir mejor. Atendiendo a los pequeños títulos que has elegido para cada una de las partes del texto, empiezo a construir un check-list mental que encajaría a la perfección para trazar una clara línea fronteriza entre McCarthy y Jesús Carrasco. Te lo he dicho, me encantaría que leyeras la novela porque, ahora mismo, acabas de salir de otro viaje tormentoso. Y, en mi opinión, hay algo en este autor que es único. Espero a lo largo del año poder acercarme de nuevo a su pluma, sea de la mano de su primera novela, o la trilogía de la frontera.
ResponderEliminarY, antes de despedirme, no puedo dejar de señalar el hecho de que es una pena que no nos lleves a volar por Almería con más frecuencia. Cada reseña es una pequeña pieza de arte. Un abrazo (y muchas felicidades),
Me deja con poca capacidad de réplica tus bellísimas palabras.
EliminarQue puedo decirte Marisa, más que agradecerte con todo mi ser que disfrutes de lo que, con el cariño del que soy capaz, aquí se publica.
Tengo muchas ganas de ponerme con "Intemperie" pero necesito un pequeño descanso antes de afrontar otro viaje, jejeje
Hoy me han regalado "La oscuridad exterior" que recuerdo que estabais leyendo en el Café cuando me incorporé al mismo y "El arco iris de gravedad" de Thomas Pynchon, que es un tocho de 1150 páginas!!!!
Intentaremos ponerle solución para que se pueda volar por Almería más a menudo, desde luego que comentarios como el tuyo te aseguro que me animan a éso.
Un fuerte abrazo y no me leas mucho de "Indignación" esta noche, que vas con el turbo puesto :)
¿"La oscuridad exterior"? Estoy (casi casi casi) segura que te encantará; ¡qué buenos recuerdos tengo de esa lectura! Una de las conjuntas que más he disfrutado. Veo que José lo confirma. Lo que sí creo es que necesitarás algún tiempo antes de volver a McCarthy. De Pynchon todavía no he leído nada..lo temo.
EliminarRespecto a Roth, lo llevaremos despacio; pero ya sabes que este señor escribe como si nada fuera. La lectura suele ser bastante ágil. Intercambiaremos impresiones. Un abrazo,
Estoy de acuerdo con todo lo que dice Marisa, queremos más entradas en el blog!
EliminarPor cierto, me apunto (aunque ya lo sabéis) a otro McCarthy cuando queráis.
Y sí, "La oscuridad exterior" es la mejor lectura conjunta que recuerdo.
Un abrazo
No os paséis que me enrabieto, que entré en el grupo cuando estabais leyendo "la oscuridad exterior" y no me dio tiempo a sumarme.
EliminarYa está bien, un respeto por favor.
Tan bien, tan bien, seguro que no estuvo jejeje
Estuvo mejor jajajaja
EliminarExacto :) eheheh
Eliminarmalditos y malditas ... :)
EliminarBueno, cada vez vamos siendo más los apasionados de McCarthy y tu caso es tremendo! Además no se puede decir que te deje sin palabras, hiciste una reseña impresionante.
ResponderEliminarMcCarthy me encanta, me fascina porque consigue revolverme en apenas un puñado de letras. Porque visualmente me impacta tanto por las formas como por las escenas que me representa justo delante y me manchan de polvo. Y la Trilogía de la frontera es tremenda. Menudo final tiene el libroq ue hoy nos traes..
Besos
Es cierto Silvia, una de las características más llamativas es que sales del desierto con arena en la boca, cegado por el sol.
EliminarEs tremendo.
Particularmente tengo dos personas (que no conozco) que me inspiran: Mahatma Gandhi y Cormac McCarthy, no te digo más.
Un abrazo y gracias por tus palabras :)
Pues a ver si es verdad que publicas más, ya te lo he dicho muchas veces jajajaj. Bueno, ya sabes que quería leer esta trilogía, también leeré la de Dos Passos que la tengo pendiente hace años y también leere The Gravity's Rainbow y quizás intentaré leer de nuevo Contraluz. La oscuridad exterior es junto a Suttree el libro de McCarthy que más me ha gustado hasta ahora. Feliz cumpleaños y un abrazo :)
ResponderEliminarEp!!! Yo tengo "Paralelo 42" a punto!!! Cuándo se ha hablado de esa conjunta? Me apunto eh!!! Contad conmigo!!!
EliminarMuchas gracias Jose.
EliminarTú eres el que más me has insistido en que sea un poco constante en las publicaciones y ... bueno veremos a ver que pasa, no me fío d mi mismo!!!
No en serio, voy a intentar reseñar más a menudo.
Igual que tú me dices eso, yo te reitero mi admiración por tu capacidad lectora. Con todos los títulos que has mencionado a mi se me iría el año entero.
Eres una auténtica máquina de leer!!!!!!!
Un fuerte abrazo y nos encontraremos en otras lecturas :)
"Paralelo 42" ... no paráis.
EliminarAunque reconozco que yo también lo tengo cargado, por si acaso :)
512 páginas en edición de bolsillo.
EliminarPor si acaso, también lo tendré a mano. Ahora mismo lo busco...hihihi
Semos viciosos.... de las letras.
EliminarPor cierto mañana reseñas intemperie, tendrá las similitudes que se predican con el gran maestro???
Hola Alejandro, lo primero que leí de Maccarthy fue Meridiano de sangre, y me dejó seco, luego seguí con la trilogía de la frontera de la que me quedo con ésta que reseñas, tienes razón cuando comentas que Maccarthy nos cuestiona sobre nuestro estilo de vida, es verdad, no sólo lo hace en ésta, en mi opinión lo hace en todas sus novelas, al menos en las que yo he leído. Buena reseña. Me quedo por aquí. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Álvaro.
EliminarPara mi "Meridiano de Sangre" es junto con "Suttree" (la gran desconocida, según mi opinión) las dos novelas más representativas de McCarthy.
De la Trilogía, me falta la tercera parte, pero esta segunda la veo más completa que la primera.
Lo que me entristece de lo que ocurre con McCarthy es que su obra más conocida "La carretera" es quizás la más floja y muchos lectores abandonan su bibliografía sin saber que los grandes tesoros están por descubrir. Una pena.
Un saludo y nos leemos por el ciberespacio :)
Un autor McCarthy al que descubrí el año pasado con "El Sunset Limited" y, después, con "La Carretera", una novela que me fascinó y atrapó a partes iguales. Tengo que seguir leyendo más cosas suyas, porque me encanta su prosa.
ResponderEliminarMagnífica y, sobre todo, completísima tu reseña.
Un saludo!
Gracias Rober por tu comentario.
EliminarPues como le decía a Álvaro, si te gustó "La carretera" te va a fascinar todo lo que leas después porque es un poco mejor.
La Trilogía es más accesible, porque el resto de su obra es un auténtico Pandemónium terrenal.
Un saludo :)
Toda una disección. Precisamente tengo pendiente la trilogía en casa, pero necesita su momento justo. Despues de "Meridiano de sangre" tuve que digerir durante un tiempo el universo de McCarthy. Gracias por tu analisis. Saludos.
ResponderEliminarHola Manel.
EliminarYa vi en tu blog que habías adquirido la Trilogía, por cierto, que portadas más preciosas han escogido, todo un acierto ver esa imagen en la mesita esperando a que abras una página.
Tienes toda la razón en que McCarthy no es un autor en el que puedas leer toda su obra de corrido. Estoy completamente de acuerdo en que para disfrutar plenamente de su texto necesitas sentir que es el momento adecuado.
Y la verdad es que "Meridiano de Sangre" es una obra ... brutal y salvaje.
Un saludo :)
Madre mía, ¡¡qué pedazo de reseña!! Curradísima, cada vez te superas. Voy a tener que leer más a este hombre, que ya sabes que me quedé en "La carretera".
ResponderEliminarUn saludo ;)
Ya sabes que tengo "mis momentos", no son muchos pero alguno aparece de vez en cuando...
EliminarTe has quedado en mal sitio, en una carretera siempre estás muy expuesto, ve a un sitio más hermoso, quizás a un lugar cerca de la frontera dónde están todos los caballos que tienen que seguir un camino.
Un abrazo :)
Bravo! me he quedado alucinado, enhorabuena.
ResponderEliminarMcCarthy es de mis eternos pendientes, espero ponerle solución pronto.
un saludo!!
Gracias Ismael, te agradezco enormemente tus espontáneas palabras.
EliminarSí que debes ponerle solución, porque McCarthy es un grande de los de verdad, de los que si te calan te dejan una huella indeleble.
Con tu permiso, sólo ponerte en preaviso de que no son lecturas sencillas (aunque supongo que ya te lo habrán comentado), y que la clave omega para disfrutar completamente de su lectura estriba en gran medida en coger sus textos sin tener un límite temporal para su conclusión, que la experiencia dure lo que tenga que ser.
Un saludo y fuerza en tu aventura latinoamericana :)
Jandri, aunque sobran comentarios míos en esta entrada, quería leerla antes de cerrar "En la frontera". Me enfrento a la reta final y leerte ha sido, en cierta medida, aclarador. A mí, personalmente, esta lectura no me está llegando como otras. No me puedo apartar del libro, pero la sobriedad (comparando por ejemplo con "Suttree") de su prosa me deja en una especie de dilema. Para mí, no es su mejor novela.
ResponderEliminarEso sí, dejo aquí constancia que pone Carrasco a un lado. Un abrazo,
Marisa, que decirte, de mis palabras brota devoción por este libro. Más legible, más humano, menos exigente que Suttree y que Meridiano de Sangre, parece que McCarthy sale un poco de sus tinieblas.
EliminarPero para mis gustos... obra maestra.
Lo que si te comento es que la primera parte "Todos los hermosos caballos" es aún menos oscuro que esta lectura. Hay hasta una historia de amor ... es otro McCarthy menos maldito :)
Un fuerte abrazo, por cierto, creo que "Walden" tiene todos los ingredientes de ser una novela de las que calan en hondura y pueden hacer variar el concepto de la propia existencia ...
Estoy siguiendo tu lectura. Ya sé que todos los consideréis una obra maestra, y reconozco que tiene momentos brillantes, pero "no la siento" igual. Hoy la termino. Un abrazo y gracias por contestar,
Eliminar"La modulación se rebaja hasta el punto de que McCarthy se permite la licencia de transmitir soterradamente un punto de optimismo. Es muy destacable que el libro se cierra con un mensaje lleno de esperanza."
ResponderEliminarHace dos días que acabé de leer el libro y todavía me asaltan las lágrimas cuando me acuerdo de algún pasaje. Me ha llamado la atención el párrafo que arriba menciono; estoy en desacuerdo absoluto, no creo que haya un solo atisbo de esperanza en el final del libro, mi interpretación del último pasaje fue muy distinta de la tuya, me temo. Me voy a explicar:
(Atención a quienes no hayan leído el libro, vienen "spoilers")
A mi entender, el perro apaleado, con heridas viejas y nuevas granjeadas en los caminos, no es otra cosa que una parábola o más bien, una profecía del futuro de Billy, cuya alma ha sido absorbida por el camino.
El primer impulso del chico ante el perro es ofrecerle comida, pero ante la indiferencia del animal, él se enfurece y lo echa a la noche, el frío y la soledad. Con el paso de las horas y los días, parece que él se da cuenta de ésto, de cómo se ha cruzado con otro ser en sus mismas condiciones, igual de maltratado por el destino, igual de deshauciado, e intenta corregir su acto. Pero ya es demasiado tarde. Por eso se echa a llorar Billy, y creo que éste es el verdadero "quid" de la cuestión, el verdadero significado. Que el mal ya está hecho, que no hay marcha atrás, que los desheredados de éste mundo están solos y en gran medida, lo están porque así lo han decidido ellos mismos. Que su destino es la soledad y que no es una soledad impuesta, que es una soledad escogida aunque no deseada. Y que para los huérfanos del mundo, como él o como el perro, no hay otra vida posible.
A lo largo de la novela, hay una idea o un sentimiento que aparece en boca de los Mexicanos con frecuencia, que las cosas son "inevitables", y que como no se puede hacer nada contra el destino, lo mejor es sobrellevarlo con la mayor dignidad de que se sea capaz.
No creo que éste sea un sentimiento muy esperanzador.
En fin, por lo demás, estoy totalmente de acuerdo contigo, Alejandro. Es un libro que me ha llegado muy dentro y me ha dejado tocada. Hay que estar preparado para leer un libro de Mc Carthy. Con "La Carretera" no me quedó una sensación tan profunda de desolación, tal vez porque en este caso, sí entendí el final como una pequeña luz de esperanza.
Por cierto, la próxima va a ser Walden. O quizá una de John Irving, más amable.
Saludos,
Beatriz
Hola Beatriz, perdona la tardanza en la respuesta pero deambulo en estos momentos por la vida bastante liado, es mi destino inevitable ¿? (espero que no), en cualquier caso, estoy intentando sobrellevarlo con la mayor dignidad posible. (guiño a tu gran reflexión)
EliminarEstoy muy de acuerdo con tu interpretación del final de la novela, que explicas con un razonamiento cristalino y lleno de cátedra y maestría.
Sin embargo sigo pensando que las lecciones de vida del caminante son enriquecedoras per se y en esta novela aunque no lo dice con claridad, me apoyo en la sensación menos opresora, más "optimista" (no es coña: léete "meridiano de sangre" o "suttree")que rodea las peripecias de Billy.
Tendría que leer el último de la trilogía que todavía no lo he hecho, pero por otras lecturas, intuyo que para McCarthy siempre existe la posibilidad última de cambiar de vida y comenzar de 0
A mis 34 tacos, te aseguro que lo que aprendí hace años haciendo el camino de santiago durante un mes fue más fructífero que todas las lecturas que pueda realizar o los pensamientos de esa vida virtual que se está imponiendo desde hace unos años en nuestra cotidianidad.
Un saludo
PD: después de McCarthy siempre hay que leer algo menos corrosivo :)
Sigo dándole vueltas a tus conclusiones y partiendo de la base de nuestro estilo de vida sedentario, por norma general alejado del nomadismo y des contacto directo, y si la sabiduría la tomamos como la hija de la experiencia; te planteo si el dolor de Billy no crees qué puede ser curado por el tiempo y por el contrario contará con la máxima expresión de la sabiduría, saber cuales son las reglas de la vida ...
EliminarNo se me aparece Billy como un paria ni mucho menos.
PD: las ganas de meter cizaña son poderosas, pero que conste que me encanta tu conclusión
McCarthy gusta o no gusta, pero lo que si está claro es que no te deja indiferente. Llegué a él a través del cine: primero "No es país para viejos" y luego La Carretera y me impresionó. Entonces decidí hacer el recorrido de toda su obra y en ello estoy. Tan sólo me falta la última de la trilogía y Hijo de Dios. Me cuesta mucho decidir cual de sus libros es el mejor. Todos forman parte del mismo mundo, un mundo de soledad, viaje iniciático, violencia, masculinidad, .... y con una riqueza literaria más que evidente.
ResponderEliminarLa riqueza lingüística es uno de sus puntos álgidos, personalmente me pone hasta cachondo esas descripciones tan puntillosas.
Eliminar"Hijo de dios" es junto con "la carretera" el libro que menos he disfrutado, pero bueno ya se sabe que los gustos son algo personalísimo.
Me faltan el último de la trilogía y "El guardián del vergel"
Yo soy más cinéfilo que lector, pero no me atrevo a ver las pelis con los actores y directores que han acometido el los proyectos.
Los hermanos Coen no son precisamente santos de mi devoción.
Un saludo y felicitaciones por seguir al maldito escritor americano :)
Hola Alejandro, no te preocupes, la mayoría estamos entre las las obligaciones y las necesidades ;)
ResponderEliminarPor supuesto, el viaje es una de la experiencias más enriquecedoras que puede tener una persona. Al fin y al cabo, el "camino" no deja de ser una vida concentrada en un espacio más corto, un lugar y tiempo dónde poder intentar llegar a comprenderse a uno mismo. El camino, el viaje, la evolución... te hacen más sabio, pero, ¿es la sabiduría una bendición o una maldición? ¿nos hace el conocimiento más felices? Si pudiéramos escoger libremente, ¿decidiríamos tener una vida plena de sabiduría y solitaria o bien preferiríamos tener una vida sencilla, quizá ignorante, pero feliz? No dudo que Billy aprendió durante el viaje, y que aprendió cosas en el camino que no podría haber llegado a conocer de otra forma, pero, ¿hubiera cambiado todo eso por conservar a su familia o su inocencia?
En cuanto a comenzar de 0, claro que creo que Billy sea capaz, por dios, espero que así sea. Pero, ¿era eso lo que Mc carthy había planeado para él? Aunque, por suerte, una vez termina una novela, ésta deja de pertenecer al escritor para ser propiedad privada del lector...
Un saludo,
Beatriz.
PD: al final, la siguiente en caer ha sido "El juego de Ender". Para los que la ciencia-ficción les eche atrás, recomiendo que den un salto de fe con esta novela. Impresionante.
"En la frontera" es el libro más poderoso de la Trilogía. Pienso que "Todos los hermosos caballos" fue el más apto para el cine, aunque el film no estuvo bien logrado. En cuanto a "Ciudades de la llanura", es un McCarthy que no nos deja con las ganas de un final abierto, como para seguir soñando en el western, tema que alcanza su cumbre en la Trilogía y en "Meridiano de sangre". El mejor autor estadounidense vivo. Un clásico futuro, indudablemente.
ResponderEliminarAlejandro:
ResponderEliminarComo traductor más o menos afortunado de esta obra, no puedo sino felicitarte (humildemente) por tu manera de leer. ¡Ojalá todos pudiéramos leer como tú!
Un abrazo literario desde el North East peninsular,
Luis
Luis te aseguro que tu traducción es una alhaja e imagino que no seria tarea fácil.
EliminarSólo te puedo aseverar que con tus letras he pasado algunos momentos memorables.
Gracias por tus palabras.
Y enhorabuena por tu superlativo trabajo.
Un saludo